La Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó su tercer informe anual de avances hacia la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de sus instalaciones y actividades.
El informe publica las emisiones de 54 entidades de la ONU con más de 200 mil empleados en cientos de ubicaciones en todo el mundo. En el 2010, el total fue de 1.8 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Más del 50% de las emisiones producidas por el sistema de la ONU provienen de los viajes aéreos realizados constantemente por el personal de las agencias de Naciones Unidas para desempeñar su trabajo.
La asesora de sustentabilidad de la ONU, Julie Mackenzie, explicó que la adaptación de los edificios para hacerlos eficientes en cuanto al consumo de energía es vital para combatir el cambio climático y, al mismo tiempo, reducir los gastos por electricidad y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.
“El diseño sustentable del edificio renovado del Secretariado y el reciente cambio a un sistema de electricidad 100% renovable reducirán mucho nuestras emisiones en el futuro”, apuntó Mackenzie.
Para reducir sus emisiones, entre otras medidas, la ONU alienta a sus empleados a viajar en tren cuando sea posible evitar los viajes en avión, distribuir bicicletas al personal y realizar teleconferencias para evitar viajar a reuniones.
