En el mes de diciembre la cuidad de Lima, capital del Perú, fue la sede de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Cambio Climático conocida como COP20, en donde sentaron las bases para el nuevo acuerdo climático universal que sustituirá al Protocolo de Kioto.
El evento tuvo una duración del 1 al 12 de diciembre. La Secretaría Ejecutiva de la Convención del Clima de la ONU, Cristiana Figueres, afirmó que nunca antes los riesgos del cambio climático han sido tan evidentes y los impactos tan visibles.
Manifestó su confianza sobre la capacidad de los participantes para lograr un borrador conciso y bien estructurado de lo que será el acuerdo. A la reunión asistieron cerca de 10,300 delegados de 195 países.
Este año el Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático (UNFCCC) advirtió sobre el aumento del nivel del mar, las tormentas y sequías como consecuencia de la falta de control de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por su parte, Ban kimono, Secretario General de la ONU, requirió a los Estados Parte de la Convención del Cambio Climático (COP20) a lograr un borrador equilibrado, bien estructurado y coherente que sirva de base sólida para las negociaciones con miras a un acuerdo sobre el tema el próximo año en París.
Aseguró que todos deben ser parte de la solución y destacó que miles de empresas y comunidades de todo el mundo están intensificando las acciones sobre el clima, además de los gobiernos que han implementado respuestas sin precedentes en ese campo.
En ese sentido, mencionó los anuncios hechos por Estados Unidos y China, de la mano de la decisión de la Unión Europea, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Agradezco a todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo por sus generosas contribuciones. A pesar de esas medidas positivas, me preocupa profundamente que nuestra acción colectiva no coincide con nuestras responsabilidades comunes”, subrayó Ban Ki-moon.
El Secretario General llamó, en especial a las grandes economías, a enviar sus contribuciones de disminución de los gases que dañan el planeta en los primeros meses de 2015. Además, pidió ampliar la financiación hacia los países en desarrollo y alcanzar la meta de 100 mil millones de dólares anuales para el año 2020.