Después de que el año pasado, científicos aprobaron la quimioterapia en aerosol, ahora se ha convertido en la última novedad en tratamientos oncológicos ya disponibles. En el Servicio de Oncología Quirúrgica de MD Anderson Madrid, recientemente lo han incorporado para pacientes que no se curan tras la cirugía y entran en paliativos, pero entendidos como un tratamiento que les permite seguir con su vida porque evitan que el tumor crezca. Las ventajas son que la quimioterapia vaporizada se administra con presión, por lo que llega mejor a toda la cavidad. Hay que tener en cuenta que previo a su uso ha habido una cirugía, y pueden aparecer adherencias que dificulten que la medicación se distribuya por el peritoneo al ir a presión, y, por eso mismo, penetra mejor en las células tumorales. Con ello se pueden administrar dosis menores, y hay menos efectos adversos. Además, la quimioterapia presurizada vaporizada intraperitoneal (PIPAC por sus siglas inglesas) se administra por vía laparoscópica, lo que supone solo dos pequeñas incisiones para el paciente.
