La Rosa un Clásico de la Perfumería

0

La rosas son de las más bellas y valoradas flores que han sido cultivadas y manipuladas genéticamente en todo el mundo. Las plantas de rosa abarcan desde tamaños pequeños o rosas miniatura hasta plantas trepadoras que pueden alcanzar siete metros de altura.

Su nombre proviene del latín “rosa” que inicialmente fue tomado del griego en cuya lengua tenía el significado de “efluvio oloroso”, “lo que es fragante”, o “lo que desprende olor”.

La rosa es la base de numerosas y muy famosas fragancias. Las rojas que prometen amor o las blancas que significan pureza… pero cuando imitamos su olor y lo convertimos en el corazón de una fragancia puede ser de cualquier color. De los tres mil cultivos de rosas alrededor del mundo, solamente dos variedades son utilizadas dentro de la perfumería por su aroma único: la Centifolia (que representa el 1% de la producción global) y la Damascena (el 99%). Ambas poseen pétalos revestidos de un delicado color rosa.

La rosa posee una fragancia increíblemente sofisticada compuesta por más de 300 moléculas diferentes. Para los expertos en química resulta un verdadero dolor de cabeza. De hecho, a pesar de todos los esfuerzos, aun no se ha logrado reproducir su aroma, mismo que es por mucho demasiado complejo.

El reconocimiento de la impotencia humana para imitar el olor de la rosa representa la fortuna de cientos de horticultores en la región del Mediterráneo que cultivan una de las dos variedades en lugares como Marruecos, Egipto, Bulgaria, Turquía y Grasse por supuesto (conocida como la capital internacional de la perfumería). Los campos de Centifolias han perpetuado la reputación de esta ciudad por siglos y hoy más que nunca reciben la atención de los mejores perfumistas del mundo.

La rosa reina

La rosa es sin duda alguna la reina de las flores, en especial la Centifolia se ha adaptado increíblemente a las condiciones de Grasse, con una altitud elevada y un clima templado, sol y la frescura de la brisa del mar. Las flores así cultivadas exudan una fragancia exquisita, delicada, con connotaciones de miel y una nota polvosa inigualable.

La “rosa de mayo”, como también se conoce en la región, imparte sensualidad y voluptuosidad a las fragancias como ningún otro género es capaz de hacerlo. Si se visita Grasse en mayo cuando miles de rosas brotan se puede sentir el aire cargado de su suave elixir por la mañana, muy temprano, cuando las flores liberan su aroma, simplemente sublime.

Esta mágica sensación puede también encontrarse en la región Suroccidental de Turquía, donde la estrella no es la Centifolia sino la rosa Damascena, la cual crece en las gentiles llanuras de los Montes Tauro.La clave de la calidad del aceite de rosa y del concreto es la cercanía de los campos de cultivo con la planta de producción. La Damascena requiere de un rápido procesamiento para preservar su potencial olfativo, por lo cual debe destilarse inmediatamente después de ser cosechada. Esto garantiza el completo control sobre la cadena de producción y la óptima calidad del producto terminado.

Amada por los siglos de los siglos

Venerada por los antiguos griegos, romanos, musulmanes y otras muchas culturas a través de la historia, sagrada para muchos pero profundamente seductora para otros tantos, la rosa cumple 35 mil años.

Los primeros datos de su utilización ornamental se remontan a Creta (siglo XVII a. C.). Los sultanes persas rellenaban sus colchones con los pétalos de rosas, su delicado aroma perfumaba el agua de las fiestas, las confituras y los refinados vinos. Las mujeres del Mediterráneo utilizaban aceites hechos a base de pétalos de rosa para perfumar su piel y mantenerla fresca y hermosa.

Agua de rosas

Los beneficios de las rosas, además del aroma, eran conocidos en la antigüedad, Plinio hizo una lista de más de treinta trastornos que podían ser aliviados con agua de rosas. En Roma durante las festividades se comían sus pétalos, mientras que en el mundo árabe ya se preparaban ungüentos debido a sus propiedades astringentes y anti inflamatorias para la piel.

La magia del agua de rosas no es otra que la gran cantidad de beneficios que en ella se acumulan. Sus propiedades son de las más variadas y variopintas. De ahí que sea tan utilizada en cosmética y en aromaterapia.

La rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios, egipcios, romanos y griegos. En Egipto y Grecia tuvo una especial relevancia, y mucho más en Roma. Los romanos cultivaron la rosa intensamente, siendo utilizados sus pétalos para ornamento, así como la planta en los jardines en una zona denominada Rosetum. Ya en la Edad Media su cultivo fue restringido a Monasterios principalmente.

Legendaria y eterna

El aceite esencial de rosa se extrae mediante la destilación por arrastre de vapor y el concreto se obtiene por extracción de los pétalos con solventes químicos volátiles. El absoluto se consigue por la extracción del concreto con alcohol. Estos materiales han sido utilizados en perfumes y productos para el cuidado personal por siglos. El agua de rosas resultante de la obtención del proceso de destilación es también utilizada en la cocina asiática y del Medio Oriente.

Es necesario procesar 600 Kg de pétalos de rosa para producir 1 Kg de absoluto, y 3 mil 500 Kg o más para producir 1 Kg del aceite esencial. A pesar de que muchos países producen rosas finas, Bulgaria, Turquía y Marruecos lideran la producción. Mundialmente se producen cada año ocho toneladas del absoluto y cuatro toneladas del aceite esencial.

Legendaria y eterna, la rosa se ha convertido en una fuente inagotable de creatividad para los perfumistas. Sus múltiples facetas han inspirado fragancias que pasan por todos los tonos de la feminidad, desde el más romántico hasta el más misterioso y cautivador.

Haciendo una revisión de la historia de la perfumería encontramos la más vasta variedad de fragancias que incluyen a la rosa dentro de su composición (bien como elemento principal o como parte de la composición floral), desde las más clásicas como: Chanel No 5 (Chanel, 1921), Anaïs Anaïs (Cacharel, 1978), Ombre Rose (JCB, 1981), Paris (YSL, 1983), Trèsor (Lancôme, 1990), Hypnotic Poison (Dior, 1998); pasando por fragancias exitosas que se mantienen vigentes en el gusto de los compradores como: Very Irresistible (Givenchy, 2003), Chloé (Chloé, 2008), Parisienne (YSL, 2009), Rose the One (Dolce & Gabbana, 2009); y culminando en lanzamientos mucho más recientes como: Body (Burberry, Robertet 2011), Valentina (Valentino, 2011), Diva Rose (Húngaro, 2011).

Bibliografía:

  • Winand, Jean’ Malaise, Michel; Fontinoy, Charles; Meyskens, Marc; Laruelle, René; Hadorn, Jean; L’Art du Parfum; Le Temps Apprivoisé, París 1993.
  • The H&R Book of Perfume; Glöss Verlag, Hamburg, 1992.
  • Osmoz http://es.osmoz.com/
  • Fragrantita http://www.fragrantica.com
Comentarios
Loading...