Rafael Arosemena – pionero de la industria peruana del aerosol
Rafael Arosemena es uno de los mayores fabricantes de productos en aerosol en el Perú, donde, hasta hace poco había que importar aerosoles para el consumo nacional. Ahora, además de fabricar diversos productos para el consumo propio, también son para exportación y esto es una de las mayores hazañas de este empresario que está logrando que su país se integre con muchos méritos al desarrollo de la industria del aerosol en Latinoamérica.
El propio Rafael Arosemena nos cuenta el trayecto que hubo que recorrer para lograr que la empresa peruana Intradevco Industrial se constituyera también como fabricante de aerosoles:
Mi primera experiencia en la fabricación de productos de consumo masivo la realicé en 1970 elaborando toallas sanitarias y pañales desechables. Luego continué con pegamentos, artículos de limpieza para el hogar, biberones, y muchos otros artículos más. Pero siempre me fascinaron los aerosoles. Me parecían mágicos. Funcionaban con solo apretar un botón, lo que le brindaba al usuario una gran facilidad de uso y una sensación de estar empleando un producto muy moderno.
Empece a entender parte de la magia
En ese entonces no teníamos en el Perú un solo fabricante de envases presurizados, motivo por el cual se comercializaban en el mercado nacional solo aerosoles importados, que por efecto del transporte y altos aranceles resultaban demasiado caros. Así en el año 2000 se importaron aproximadamente diez millones de aerosoles, lo que comparado con una población de 28 millones que para ese entonces teníamos, representaba un consumo promedio de 1/3 de unidades por habitante por año, cifra bastante humilde comparada con la de USA, Argentina, Chile, etc.
Por esos días comencé a leer sobre tecnología del aerosol y entendí parte de la magia o ciencia de estos nobles productos. Luego viajé a la Argentina, donde tuve la suerte de conocer a Tito Panagópulo y su excelente equipo de técnicos, quienes generosamente invirtieron su tiempo para enseñarme los conceptos más importantes. Luego vinieron otros amigos, que ahora los llamo familia, como Geno Nardini, quienes también han estado siempre deseosos a transmitir conocimiento y ayudar.
Nuestro sueño es llegar a doscientos millones
Es así que en el año 2001 empezamos la producción en el Perú, la misma que desde su inicio forzosamente tuvo una integración vertical: impresión y fabricación de envases de hojalata, acondicionamiento del propelente, formulación y llenado. Claro está que empleamos para esto muchos equipos usados y lentos. Ese primer año produjimos y vendimos un millón de aerosoles, es decir diez por ciento del mercado nacional. El año que pasó hicimos cuarenta millones de aerosoles, parte de lo cuales se han exportado a varios países. Y como la original fascinación sigue fuerte, ahora nuestro sueño es llegar a producir y vender doscientos millones de aerosoles al año, esto aunque nos tome otros 15 años.
«El primer año produjimos y vendimos un millón de aerosoles, es decir diez por ciento del mercado nacional. El año que pasó hicimos cuarenta millones de aerosoles, parte de lo cuales se han exportado a varios países».
una marca con historia
Intradevco industrial S.A. comercializa en el Perú y en 25 países más, un gran surtido de productos bajo la marca Sapolio, entre los cuales se encuentran múltiples aerosoles.
La historia de Sapolio empieza en 1809 en la ciudad en Nueva York USA, en la esquina de las calles West y Banks, dentro del hoy exclusivo Greenwich Village. Es aquí donde David Williams desarrolla y comercializa con éxito un nuevo jabón pulidor para el aseo del hogar. Posteriormente, una de las hijas de Williams se casa con Enoch Morgan quien continúa el negocio, constituyendo la Empresa Enoch Morgan Son’s.
Todo esto ocurría mientras el país se desgarraba con la guerra civil Americana. Pero las mismas poderosas fuerzas que desataron una vasta destrucción dieron paso a un posterior periodo de enorme crecimiento. Los hombres y mujeres que sobrevivieron habían templado su carácter al fragor de las batallas y millones de ellos dejaron sus cómodas casas para conquistar el Oeste. Así se construyeron cientos de nuevas ciudades y gran demanda para bienes de consumo, entre ellos el jabón de Morgan.
Al inicio de la fabricación en masa, los productos se comercializaban bajo el nombre de los propietarios de las empresas lo que dificultaba su recordación. Esto dio paso a emplear nombres de fantasía, hoy llamados marcas de fábrica. Es así que desde mediados del siglo nacen marcas que con tiempo llegarían a ser famosas como Ivory, Palmolive, y Sapolio, esta última en 1869.
Sobre el origen de este nombre tan particular, la leyenda dice que Morgan solicitó la ayuda del encargado de la producción, quien le explicó que el jabón pulidor se producía saponificando aceites. Juntando estas dos últimas palabras nace el hoy famoso nombre de fantasía Sapolio. Pero también es interesante analizar la etimología de la palabra saponificar, proceso químico mediante el cual una grasa con un álcali producen jabón. Existe el mito que en la antigüedad cerca de Roma estaba el monte Sapo, lugar donde se realizaban sacrificios de animales. Así la grasa se mezcló con la ceniza volcánica alcalina, produciendo una sustancia espumosa que ayudaba a lavar la ropa, hoy llamada jabón (o sapone en italiano), gracias al agua que discurría del monte Sapo.
Enoch Morgan Son’s no sólo fue pionero en el uso de Marcas de Fábrica sino también en el uso de la Publicidad Masiva, para dar a conocer las características únicas de los productos que ellas representaban. Asimismo, Norteamérica era el país más adecuado para el inicio de esta importante actividad como ciencia moderna (en la antigüedad se dice que Pausanias ya publicitada la invasión griega a Persia poniendo avisos en los puertos). Era un país grande, de gran población y con un solo idioma, las condiciones necesarias para el desarrollo de la comunicación masiva. Por último, la fortuna hizo que se incorporara a la empresa el gran publicista Arthemas Ward, quien desarrolló para Sapolio famosas campañas publicitarias como La Ciudad sin Mancha, y muchas más que dejaron una profunda huella en las mentes de los consumidores por generaciones.
Sapolio no sólo se convirtió en uno de los productos más famosos de Norteamérica sino que, por medio de su exportación a muchos otros países entre ellos el Perú, alcanzó gran reputación en todos los continentes. Asimismo, se empleó publicidad masiva en muchos idiomas y en muchos países lo que generó una de las primeras marcas de alcance mundial.
Desafortunadamente, la cuarta generación de la familia Williams-Morgan cometió el error de no aceptar la nueva presentación de los jabones pulidores en polvo, lo que brindaba mayor facilidad de uso al consumidor. El argumento era que el polvo disminuía las barreras de entrada a la competencia, pero olvidaron que el consumidor era, es y será siempre el centro de todas las consideraciones en el mundo de los productos de consumo masivo. Esta mala decisión, más otras adicionales hicieron que las ventas decrecieran mientras que las de sus competidores vertiginosamente subían. Esto llevó a la liquidación de la empresa en 1949, es decir, 140 años después de su fundación.
Pero varios años antes de su liquidación Enoch Morgan Son’s entregó Licenciaturas para producir Sapolio en varios países donde por motivos de trabas arancelarias se había imposibilitado la importación. Uno de ellos fue el Perú, con la empresa inglesa Duncan Fox, dueña de la jabonera San Jacinto (en Brasil fue con Industrias Reunidas Matarazzo, en la Argentina con Jorge Bell e Hijos, etc.). Estas Licenciaturas sobrevivieron a la liquidación de la matriz, y en el caso del Perú, la marca Sapolio fue posteriormente adquirida por Procter & Gamble, quien finalmente la vendió a Intradevco Industrial S.A.
Hoy Intradevco industrial SA comercializa en el Perú y en 25 otros países, un gran surtido de productos bajo la marca Sapolio, entre los cuales se encuentran muchos aerosoles motivo de este artículo.
www.sapolio.com
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Referencias tomadas del Museo Sapolio de Lima.