Bolsas de plástico, jabones y alimentos hechos con residuos de champiñón
El proyecto europeo Funguschain ha logrado exitosamente desarrollar, con residuos de champiñón, bolsas compostables para compra o basura, láminas de plástico para cultivos, jabones, aceites esenciales y alimentos multiproteicos para personas mayores. Esta creación se debe al aprovechamiento de los hongos, ya que por cada kilogramo de champiñón cultivado, aproximadamente un 25 por ciento se desecha como residuo; por ejemplo, el tallo, es una parte que no suele comercializarse pero, sin embargo, posee moléculas de alto valor proteico que pueden ser utilizadas como base para crear nuevos bio-productos plásticos, cosméticos y alimenticios. Cada año, solo en Europa, se generan toneladas de residuos de champiñón que pueden ser revalorizadas y aprovechadas industrialmente. Para ello, el socio irlandés del proyecto y uno de los mayores productores de champiñones del mundo, Monaghan Mushrooms, ha establecido un centro de tratamiento de residuos de champiñón para llevar a cabo los procedimientos de estabilización, pretratamiento y extracción en cascada que se han investigado en Funguschain.