Estrategia que genera valor
Actualmente la ecoeficiencia (una estrategia empresarial que se ha generalizado en la mayoría de las empresas) ha dejado de representar una ventaja competitiva y ha pasado a ser parte de los procesos cotidianos para la mayoría de los sectores industriales. Aun así, existe una gran cantidad de fábricas que a la fecha no cuentan con una iniciativa en este sentido.
La ecoeficiencia se ha vinculado con otras iniciativas de reciente desarrollo como la “Producción más limpia”, “Responsabilidad Social Empresarial” y “Sustentabilidad Empresarial”. En consecuencia esto ha conseguido que la ecoeficiencia ya no sea solo “hacer más con menos”, más bien debe ser entendida como un proceso que se integra con otros procesos con miras a impactar en los indicadores sociales, ambientales y económicos de las empresas. A pesar de ello, la ecoeficiencia sigue siendo fuertemente vinculada con el uso de los recursos naturales, tanto materias primas como insumos energéticos.
De tal forma, las iniciativas de ecoeficiencia deberían poder medirse manteniendo su relación recurso-beneficio y deberían darle a la gerencia una claridad respecto a la viabilidad de implementar este tipo de iniciativas. De manera lateral, pero también numérica, debería incluir el beneficio en el logro de ventajas y beneficios tangibles e intangibles como en la mejora de la productividad, ahorro de energía y materias primas, reducción de residuos y materiales tóxicos, disminución de los riesgos, ahorro en el gasto de control de la contaminación, mano de obra más motivada, enfoque para una mejora continua, mejores medidas de sanidad y seguridad, reducción de los riesgos civiles ambientales, descenso en las primas financieras y de seguros, mejor imagen pública y una mayor confianza del consumidor.
A pesar de la variabilidad en los indicadores de desempeño, la gerencia espera ver reflejados los beneficios en la contabilidad de la empresa, así que las iniciativas que se desarrollen deben encontrar una base numérica que se refleje en la disminución de costos, el incremento en la rentabilidad del producto, el incremento en horas de uso de la maquinaria, el número de unidades producidas y vendidas a partir del remplazo de un material, entre otros aspectos. Medir y cuantificar permitirá a la empresa tomar decisiones, adoptar estrategias operacionales en la empresa, descubrir nuevas oportunidades para minimizar costos, o invertir en tecnologías y materiales en forma más acertada.
Indicadores
Un punto importante a considerar es que los indicadores generados deben estar basados en criterios generales. Algunos pueden ser:
- Sencillo, práctico y útil para la gestión.
- Permite su medición continua y comparación entre departamentos y con otras empresas.
- El indicador es estandarizado o estandarizable.
- Existe suficiente información en la empresa para implementarlo.
- El valor obtenido se puede incorporar en los mecanismos de gestión y decisión de la empresa.
A la fecha se han realizado diferentes modelos para medir los indicadores de ecoeficiencia, éstos pueden ser muy variables, dependiendo del sector empresarial, del proceso de la empresa, de los insumos y usos de bienes y recursos naturales, de las áreas de impacto y beneficio ambiental y económico.
Estos indicadores pueden ser genéricos como la disminución del consumo de agua o de energía, o bien específicos como el incremento en las unidades producidas, a raíz de un cambio de tecnología por otra menos contaminante.
Actualmente existen elementos básicos en las prácticas de las compañías que operan en forma ecoeficiente y estos son:
- Reducción de intensidad del material utilizado en la producción de bienes y servicios.
- Reducción de intensidad de la energía utilizada en la producción de bienes y servicios.
- Reducción en la generación y dispersión de cualquier material tóxico.
- Incremento de la capacidad de reciclaje.
- Maximización del uso sostenible de los recursos naturales.
- Extensión de la durabilidad de los productos.
- Aumento del nivel de calidad de bienes y servicios.
Relación medio ambiente-empresa
Existe de manera genérica un mecanismo relativamente sencillo de entender la ecoeficiencia desde el punto de vista cuantitativo. Primeramente se debe comprender el aspecto de influencia ambiental y posteriormente el valor del bien o servicio con el que se está relacionado el aspecto ambiental.
La tabla siguiente muestra aspectos de influencia ambiental, así como valores de bienes o servicios.
Influencia ambiental | Valor del producto o servicio |
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Una vez definido el cuadro particular de la empresa, ahora se pueden definir el indicador de eficiencia necesario para la empresa. Se pueden visualizar diferentes ejemplos.
- Ecoeficiencia de agua = m3 de agua consumida anualmente ÷ facturación anual.
- Ecoeficiencia de agua = m3 de agua consumida anualmente ÷ el número de limpiezas de línea de aerosoles.
- Ecoeficiencia de energía = kWh de electricidad consumida anualmente ÷ latas de aerosol producidas anualmente.
- Ecoefeciencia de propelente = Toneladas anuales de propelente ÷ latas de aerosol llenadas.
La posibilidad de generar indicadores de ecoeficiencia puede ser muy variada y depende de las características de los procesos y productos, así como de toda la cadena de valor de la empresa. De la misma manera que se mostraron algunos ejemplos de indicadores, se pueden generar algunos en otros tales como residuos sólidos, consumo de solventes, reuso de empaque, reuso de agua, entre otros.
Es recomendable que, para no generar un número de indicadores muy grande y que esto resulte complejo de manejar, se definan los 3
ó 4 indicadores más significativos para la empresa y que con ello se definan las estrategias para ser más ecoeficientes. Una vez que se tienen establecidos los indicadores se debe ejecutar de manera mensual un análisis de los mismos observando al menos los siguientes puntos:
- Análisis del proceso usando los criterios de ecoeficiencia.
- Diagnóstico de las causas que inciden en indicadores bajos de ecoeficiencia.
- Alternativas para el rediseño.
Con los resultados obtenidos, se podrá tomar decisiones y vocalizar los esfuerzos para avanzar en la ecoeficiencia a través de:
- Modificaciones operativas.
- Modificaciones tecnológicas.
- Modificaciones en materias primas.
- Modificaciones energéticas.
- Modificaciones logísticas.
- Modificaciones comerciales.
A través de los indicadores generados y las mejoras establecidas, la ecoeficiencia puede ser vista como una estrategia de gestión con un claro valor agregado y un impacto en la rentabilidad de la empresa.